Reflexión sobre la decisión de tener un perro



¿Tienes o has tenido perro? ¿Estás pensando en tenerlo o volver a tenerlo?
En mi caso me pasé 3 años de analizar pros y contras, de pensar una y otra vez en las cargas que conlleva cuidar de un animal, de la responsabilidad que supone que esté a tu cargo y por más de 15 años que puede durar su vida, o más, en los que te comprometes a cuidar de él sin descanso, para lo que tuve que lidiar con el miedo, la incertidumbre, la inseguridad que supone esa salida de la zona de Confort.
No lo dudes más y si estás preparado, hazlo. Sin duda, ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en los últimos años.
Los animales, en este caso hablando de perros, son unos verdaderos maestros, maestros de vida.
No guardan rencor, son felices, se entusiasman y asombran con cada detalle, son capaces de amar de la manera más pura que existejamás se aburren, aunque los pasees cada día por el mismo trocito de tierra, … Realmente son maravillosos.
Todo son ganancias. O dicho de otra manera, compensan. Es cierto que requieren dedicación, limpieza, cuidados, dinero para veterinarios, comida, … pero te das cuenta que eso a su vez se convierte en ganancia ya que disfrutas de cuidarle y de atenderle como tu perro se merece.
Te obligan a pasear cada día, “te saca del sofá”, te enseñan a detenerte y observar, a disfrutar de las pequeñas cosas, a reírcada día porque son muy graciosos, a mostrar afecto porque son cariñosos y buscan, la gran mayoría de ellos, el contacto afectivo, a sentir ternuraa controlar tus emocionesmostrar paciencia, crecer en tolerancia a la frustración, entrenar la disciplina y la perseverancia (al tratar de enseñarles eres tú el que más aprendes), a pensar en otros, a liberar estrés jugando con una pelota, a perdonar y desapegarte de objetos que con arrepentimiento en sus miradas reconocen haber destrozado,…
Pero lo que me parece más maravilloso de compartir mi vida con un perro es el hecho formidable de que con él no puedes fingir, no puedes mostrar personajes, ni máscaras, ni aparentar lo que no es, ya que el lenguaje que nos une es el empático. Con ellos somos quién realmente somos y por eso nos hacen tan felices.
Crece en autoestima y aprende de los perros como ser tú mismo y alcanzar la felicidad.

Frase: “¿Por qué observar a un perro ser perro llena a uno de felicidad?” · Jonathan Safran Foer



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